El verano de Perico
Ya llega el verano.
Desde muy temprano,
el mono Perico
saca su abanico.
Como mariposa,
mueve el paipay rosa
con gran desparpajo
arriba y abajo.
Si tiene calor,
coge el bañador
y va a la piscina
¡Vaya tremolina*!
¡Caray, cuánta gente!
Perico, sonriente,
dice en un segundo
hola a todo el mundo.
Durante un buen rato
nada como un pato.
Bucea un montón
igual que un salmón.
Una y otra vez
salta el mono-pez
desde el trampolín:
¡parece un delfín!
Perico un buen día
se sube al tranvía
con gorra y toalla
y llega a la playa.
Se queda perplejo
al ver un cangrejo.
¿Será complicado
caminar de lado?
Abre su sombrilla.
Anda hasta la orilla
y una enorme ola
le moja la cola.
El mar viene y va,
y Perico está
seco de chiripa.
¡Se lo pasa pipa!
Por fin, ¡qué proeza!,
entra de cabeza.
Chapotea el mico
más de una hora y pico.
En el bar de al lado
se toma un helado
Tiene cucurucho
y le gusta mucho.
El sol ya se esconde.
¿Alguien sabe dónde?
Sobre la laguna
se asoma la luna.
Perico en pijama
se mete en la cama.
El mono pequeño
tiene mucho sueño.
Un grillo que pasa
se acerca a su casa.
Desde la ventana
le canta una nana.
*Tremolina: Bulla, confusión de voces y personas que gritan y enredan, o ríen
(Carmen Gil, http://www.poemitas.com/)
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